Medio Ambiente
04.10.2013 21:11Los recursos naturales no sólo son indispensables para la vida (aire puro, tierras fértiles, árboles que transforman el CO2 en O2). También son el recurso económico esencial de cientos de millones de personas. La destrucción de los suelos provocada por la erosión, el abuso de productos químicos, el pastoreo excesivo, o la salificación derivada de la mala gestión de los recursos hídricos se traduce por una disminución de los ingresos de los pequeños agricultores que en muchos casos solo plantan para su subsistencia y terminan con más pobreza.
En septiembre del año 2000, durante la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas, los líderes del mundo acordaron establecer una serie de objetivos y metas para combatir la pobreza, el hambre, las enfermedades, el analfabetismo, la degradación del ambiente y la discriminación de la mujer; propósitos conocidos como “Objetivos del Desarrollo del Milenio”. (Semarnat, 2012)
La degradación ambiental aumenta la pobreza, ya que afecta los ingresos y el bienestar de diferentes grupos de población. Para la clase media y alta, esto puede afectarlos de menor modo, ya que tienen más capacidad de respuesta, pero para los que viven debajo del umbral de pobreza, en zonas marginadas o propensas a sufrir los fenómenos naturales, puede tener consecuencias graves.
No solo las consecuencias del daño ambiental son más graves para los pobres, porque son dañinos tanto en sus ingresos (muchos gastos en reparación o en afrontar enfermedades), como en el absoluto (perdida de su patrimonio o su cosecha).
Uno de los principales problemas de este segmento de la población, es su ignorancia en cuanto a temas como el cuidado del medio ambiente, por lo que todos los programas de información deberían de estar dirigidos a ellos.