Factores
04.10.2013 21:10Para el caso de México, la situación no es precisamente la mejor. La situación se agrava por diversos factores (que además aplica en toda Latinoamérica):
La concentración de la propiedad de la tierra en pocas manos.
Esta característica, que se muestra desde la época de la colonia, se mantiene a través de la herencia, por el cual pocas y poderosas familias continúan conservando esas extensas propiedades o terrenos. En algunos países esto ha sido motivo de tensiones y enfrentamientos entre terratenientes y campesinos. Además, una proporción muy pequeña de tierras cultivables está en manos de enorme cantidad de pequeños productores.
Industrialización tardía y endeble.
La industrialización en los países de América Latina se produjo recién en el siglo XX, a diferencia de algunos países europeos y de los Estados Unidos, donde se produjo antes. La industria latinoamericana fue muy dependiente de la llegada de capitales de esos países, para poder desarrollarse. Así como entre las décadas de 1940 y 1960 las industrias crecieron con mucha fuerza en poco tiempo, a partir de 1970 comenzaron a cerrar rápidamente, dejando a mucha gente sin trabajo, sin contar con lo que llegaron empresas transnacionales, que se llevan el capital generado a sus países, o crean los llamados paraísos fiscales.
Los marcados contrastes sociales.
Los países de este subcontinente presentan una marcada concentración de la riqueza en pocas familias. Por un lado, millones de personas viven en condiciones de extrema pobreza, y por el otro en las revistas como Forbes el hombre más rico del mundo es el mexicano Carlos Slim. Este fenómeno es cada vez más intenso y por el momento no se advierten posibilidades de que vaya a revertirse.
Un proceso de urbanización acelerado.
Las dificultades de miles de personas para trabajar en el campo y las expectativas que generaron las industrias que se instalaron en las ciudades, impulsaron el desplazamiento de la población hacia los centros urbanos. Actualmente, los gobiernos de las ciudades grandes no dan abasto para solucionar los problemas relacionados con el control de la violencia urbana o con la cobertura de los servicios de salud, educación y transporte para toda la población, y aparecieron los llamados cinturones de miseria, alrededor de la ciudad, y son los que peor cuentan con servicios básicos.
Los marcados contrastes regionales.
Dentro de casi todos los países de Latinoamérica, existen demasiadas diferencias en la cantidad y calidad de la producción económica de las distintas áreas dentro de cada uno de los países. Esa menor capacidad productiva se refleja también en menores niveles de vida de la población de las zonas más desfavorecidas. Gran cantidad de países de América Latina tiene importantes sectores de su población trabajando en actividades agrícolas muy atrasadas.
Las reformas de los Estados.
La implementación de políticas de ajuste estructural impuesta por organismos como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, trata de disminuir la inflación y aumentar la producción. Para eso es necesario que el Estado gaste menos y, además, que les dé más beneficios a las empresas. Estas políticas han resultado en muchos casos exitosas, especialmente en lo concerniente a la reducción de la inflación, pero el aspecto negativo fue el aumento del desempleo y de la cantidad de pobres en la mayoría de los países.
El auge de actividades económicas clandestinas e ilegales.
Las dificultades en la producción agrícola e industrial, la pobreza rural y urbana, la falta de esperanza de muchos sectores de la población ante la falta de asistencia educativa, alimentaria y sanitaria, la burocracia al momento de querer abrir nuevas empresas y los impuestos excesivos a estos, han llevado al florecimiento de actividades económicas ilegales organizadas en formas de complejas redes, como la de narcotraficantes y la de explotadores de niños de la calle, entre otras, en las que existe el llamado dinero fácil.
Estados débiles y crecimiento de la corrupción.
El aumento de las actividades clandestinas y sus elevadas ganancias han dado lugar a que algunos dirigentes políticos de ciertos países con Estados débiles y con peleas entre partidos (por lo general PRD, PRI y PAN) terminaran aceptando las redes delictivas. Hubo casos en los que algunos gobernantes aceptaron o pidieron dinero a empresarios poderosos, a cambio de dejarlos desarrollar sus negocios en forma más favorable. En otros casos, algunas campañas políticas fueron financiadas por los traficantes de droga, como los casos de Fidel Herrera en Veracruz. En todos los casos estos ilícitos acentuaron los niveles de pobreza de amplios sectores de la población.